9/5/11
Silo 78
Y en cada uno de nosotros
Hay un dios bailarín
-una pequeña estrella danzarina-.
Quiere crecer,
Quiere expandirse,
Más allá de tu cuerpo quiere perdurar
Y tú te asombras,
Y tú te agitas - vanamente te agitas -
Y buscas y apresas y posees
Innumerablemente
Para que aquello cese.
Pero si aquello cesa,
La vida misma cesa
Y tu cuerpo se apaga...
Reconciliándote, dí conmigo:
"No hay sentido en la vida
si todo termina con la muerte".
Reconciliándote con el mundo
Encuentra tu cuerpo.
Reconciliándote con tu cuerpo
Encuentra tu alma.
Reconciliándote con tu alma
Encuentra tu espíritu.
Reconciliándote con tu espíritu
Encuentra la vida.
Reconciliándote con la vida
Encuentra al dios desconocido
Hecho de fuerza y alegría.
Silo, 1978
12/11/10
El intento ancestral
Llamado por aquel inmemorial sentido,
buscas el gran tiempo sacro, absoluto.
Te guía el edén del vasto silencio,
del bondadoso latido, del afecto santo.
Y en tu intento hallas el acierto,
con la ayuda del error te encuentras.
Reconoces un horizonte de altura.
Intentas entonces descubrir el fuego,
devoto de un fulgor originario
que encendiera tu amanecer.
También descifras la palanca,
para absorber aquella inteligencia de fuerzas
que te propulsara a desplazar lo inamovible.
Y la perfecta, mágica rueda,
para contraer el espacio y dotar de alas al tiempo.
Sí, la tribu, el rito, la siembra, el pan, el templo interior…
y un gigantesco vuelo hasta los genes y el cosmos.
Tu intento nada sabe de fronteras,
sólo veneras aquel lejano llamamiento,
desde que tribal te deslumbrara el relámpago.
Marcos Pampillón
2004